Cuando iniciamos una relación es normal sentir ansiedad y miedo ante la incertidumbre: no tenemos idea de lo que va a pasar. Ahora bien, por alguna u otra razón decidimos lanzarnos al agua y a hacer nuestro máximo esfuerzo para que todo funcione. Hasta ahí todo va bien, está más que comprobado que al principio todo es color de rosa. Pero, ¿qué pasa después? ¿Qué viene después del desencanto? ¿Qué pasa cuando el fuego se apaga? ¿Qué sucede cuando los caminos de ambos se separan? Tu sexóloga en Tampa te dirá exactamente lo que tienes que hacer.
Justo hoy conversaba con un paciente sobre algo extremadamente común, muchas veces es complicado llevar a la práctica todos los consejos profesionales que les doy. Sobre todo porque el corazón no piensa sino siente y esas emociones pueden llegar a volvernos ciegos e irracionales. El camino para salir de una relación dañina y de un círculo vicioso es el siguiente: conseguir la inteligencia emocional suficiente para que el cerebro sea el que tome las decisiones trascendentales. ¡Pensemos con amor!
¿Cuándo debemos decir adiós?
Las siguientes situaciones no tienen un orden específico de importancia pero todas y cada son señales de alarma que debes tomar en cuenta para tomar una decisión definitiva y despedirnos de una vez y para siempre de esa persona.
- Falta de interés: también se peca por omisión. Cuando ya no existe interés de alguna de las partes ya no hay nada que hacer. Nadie está para estar mendigando amor.
- Pérdida de confianza: ya sea por una mentira o una verdad a medias. Cuando se pierde la confianza en la pareja se vive en un estado constante de ansiedad, angustia y depresión. ¿Quieres vivir así para siempre?
- Costumbre: cuando estamos con alguien por costumbre y no por amor puede llegar a ser una tortura. ¿Te imaginas que tu relación sea como trabajar en un sitio que te aburre, donde no te sientes cómodo y que lo que haces es ver el reloj para ver cuánto falta para la hora de salida? ¡Por favor llegó la hora de decir adiós!
- Agresiones verbales: respétate a ti mismo, valórate, quiérete y establece límites. Hay que descartar un noviazgo o matrimonio donde los gritos y groserías sean el denominador común.
- Falta de reinvención: cuando las relaciones se estancan y no existe la retroalimentación, ¿para qué continuar? ¡No hay ninguna excusa!
- Falta de objetivos comunes: para que una relación sea exitosa es obligatorio que tengan metas, visiones y perspectivas muy similares. Ha habido casos de parejas felices que por un cambio de planes o por falta de proyectos en común terminan separándose.
- Agresiones físicas: aquí no hay nada más que decir. Aquella persona que es capaz de resolver los problemas a golpes no vale la pena en lo absoluto.
- Infidelidades: momentos de debilidad, alcohol o lo que sea no son excusas para perdonar alguna infidelidad. Por el contrario, si fuiste tú el que fallaste, lo más sensato es que seas sincero contigo mismo y tu pareja y la dejes libre.
- Círculos viciosos: esas parejas que tienen la mala costumbre de dejarse y volver repetidas veces nunca terminan en algo bueno. Evita hacerte daño y culmina lo antes posible antes que sea demasiado tarde.
- Falta de voluntad para el cambio: las relaciones de pareja están basadas en gran parte en la negociación. Si las partes involucradas no se adaptan y tratan de cambiar los aspectos que incomodan al otro, más temprano que tarde sufrirás una terrible relación tóxica.
No tengas miedo al cambio, no le tengas miedo a la soledad. Recuerda que es mejor estar solo que mal acompañado. Además, te darás cuenta que cuando trabajes tu autoestima poco a poco abrirás los ojos y tus niveles de tolerancia se equilibrarán hasta alcanzar los estándares correctos.
Si estás sumido en un proceso similar, no dejes de contactarme. No importa si no estás en Tampa, puedo ser tu sexóloga on line y juntos superaremos tus problemas y trabajaremos tu amor propio. Espero que tengas un excelente día.