La sexualidad no muere con el paso de los años, sencillamente evoluciona. Adaptándose a los cambios fisiológicos se puede disfrutar de encuentros íntimos más que satisfactorios. ¿Los 50 son los nuevos 30? ¡Claro que no! Pueden ser mucho mejores.
En esta oportunidad, tu sexóloga en Tampa te desmentirá cuatro mitos sobre el sexo después de los 50 años:
- Primer mito: las personas pierden el interés en el sexo después de los 50. Esto es totalmente falso, un estudio del National Council on Aging afirma que 70% de los mayores de 50 consideran que sus relaciones son mucho más satisfactorias que cuando eran más jóvenes. Este renacer en la intimidad se debe que los tabúes y las complicaciones propias de la juventud desparecen con la madurez.
- Segundo mito: los hombres mayores de 50 tienen problemas con sus erecciones. Una dieta balanceada, realizar ejercicios periódicamente, evitar el tabaco y disminuir el consumo de alcohol puede contrarrestar la disminución de los niveles de testosterona. Para casos complicados, existe la terapia de reemplazo hormonal.
- Tercer mito: las mujeres pierden interés en el sexo después de los 50 años. Si bien la menopausia puede influir en el deseo sexual, sus efectos pueden ser revertidos equilibrando los niveles de estrógeno, testosterona y progesterona.
- Cuarto mito: la mujer pierde la capacidad de tener orgasmos después de la menopausia. ¡Falso! La realidad es que muchas mujeres empiezan a tener orgasmos más frecuentes e incluso más intensos. El hecho de no estar pensando en posibles embarazos no deseados permite relajarse más fácilmente. Además, a mediana edad la mujer conoce aún más su cuerpo y sabe lo que le genera más placer.
No existe edad para el sexo. Estudios de la Universidad de Oxford afirman que las parejas de entre 50 y 83 años que tienen sexo al menos una vez por la semana poseen una mejor función cognitiva. El acto sexual estimula la creación de nuevas neuronas en el hipocampo.
Con el paso de los años, el sexo puede llegar a ser mucho más satisfactorio emocionalmente porque ya no trata tanto de hormonas sino del deseo real, y sin tantas complicaciones, de compartir algo delicioso. Entonces, aunque no se intime con tanta frecuencia como cuando se tiene 20 años, el acto sexual se puede volver más gratificante que nunca…