La sexualidad no tienes tallas ni formas, es para disfrutarla a plenitud sin importar que tengamos algunos kilitos de más. ¿Quieres sentirte cómoda y gozar al máximo de la intimidad? Prueba estas posturas y verás cómo todo fluye de maravilla:
- De rodillas: esta es una de las más cómodas. Te pones de rodillas mientras tu chico te penetra desde atrás. De esta forma te puede acariciar la espalda y los muslos.
- Cucharita: esta posición es perfecta para establecer una conexión profunda con tu pareja. La clásica postura de la cucharita es ideal para los que solo tienen un poco de sobrepeso.
- Sentada sobre él: te sientas sobre él con la vista hacia los pies. Una postura ideal para lograr una profunda penetración con la que conseguiréis más placer los dos.
- Posición simétrica: esta es muy cómoda si eres tú la que tiene algo de sobrepeso. Ponte de lado y que tu chico se sitúe detrás de ti de forma que queden tus rodillas al lado de su pierna de abajo. De esta manera te podrá hacer el amor lento y suave.
- Piernas arriba: te tienes que acostar y levantar tus piernas hasta llegar a colocar los pies sobre los hombros de tu hombre. Así él te podrá hacer el amor con lentitud y podrá acariciar todo tu cuerpo.
- Misionero: esta es una de las más conocidas, si tienes algo de sobrepeso, utiliza las almohadas como punto de apoyo. Colocarlas debajo de los glúteos te ayudará a encontrar el ángulo perfecto.
- Trapecio: tu hombre debe sentarse con la espalda derecha, las piernas algo abiertas como formando una V y un poco reclinadas, mientras tú bajas hacia él; inclinas tus piernas hacia tu pareja a la par que te sostiene en un suave balanceo.
- Movimiento lateral: tú te acuestas en posición fetal con unos cojines debajo de tus caderas. Tu chico se pone de rodillas y te hace el amor sin prisa. El movimiento controlado es el que más placer da.
- El perrito: adopta la poción de perrito a cuatro patas, él se colocará detrás de ti y te penetrará profundamente. Si ves que te resulta cansado, apóyate en una almohada.