El petting es una práctica sexual sin penetración vaginal o anal, muy placentera en sí misma por el gran repertorio de besos y caricias que avivan la intimidad erótica y la llevan a su máximo esplendor. El término petting es un anglicismo derivado del verbo to pet que significa mimar y acariciar. ¡Más claro, imposible! ¿Quieres saber más sobre el petting? Tu sexóloga en Los Angeles te enseñará todo lo que necesitas para disfrutarlo y aprovecharlo al máximo.
El petting incluye un amplio repertorio de opciones:
- Besos apasionados.
- Roces sensuales con o sin ropa.
- Miradas seductoras.
- Sexting.
- Masturbación.
- Juegos de rol.
- Disfraces.
- Juguetes sexuales.
Lo mejor de todo es que las posibilidades están abiertas, la creatividad es la amiga del petting y más cuando no existen reglas ni pasos a seguir. Los límites los ponen ustedes, sin importar que sea una pareja estable o casual.
Petting: ¿una práctica adolescente?
¡Claro que no! cualquiera puede gozar del petting y sumarlo a su repertorio. Eso sí, no debe confundirse con el juego previo ya que éste implica acciones que tienen como objetivo prepararse para la penetración. Por otro lado, el petting es una opción muy práctica para las personas que sufren vaginismo o disfunción eréctil.
Grados de petting
Algunos especialistas hablan de tres grados de petting. Cada grado es acumulativo e incluye lo que abarca el anterior:
- Petting de grado I: agarrarse de la mano o la cintura. Besos de diferentes intensidades, abrazos y caricias, muchas caricias.
- Petting de grado II: incluye lo anterior además de caricias más íntimas e intensas. ¡Todo sobre la ropa!
- Petting de grado III: incluye roces y caricias íntimas debajo de la ropa o estando totalmente desnudos, sexo oral, masturbación mutua y afines.
No hay que olvidar que los únicos límites son la imaginación, la conexión y la comunicación que tenga la pareja. ¿Has probado esta práctica? ¿Qué opinas?