El sexo anal siempre es motivo de polémica, cuando en realidad es una práctica normal, saludable y que no tiene absolutamente nada de malo, todo lo contrario. Su rechazo se origina por el desconocimiento y por muchos tabúes sociales y religiosos que terminan por ocasionar disfunciones sexuales.
El ano es una zona muy estigmatizada. No podemos olvidar que es un área muy sensible con muchas terminaciones nerviosas listas para generar placer al ser estimuladas. En el caso de los hombres heterosexuales la situación es mucho más compleja, porque es una parte del cuerpo intencionalmente olvidada por asociarse con prácticas homosexuales. Por estos prejuicios dejan a un lado a la estimulación prostática. ¡Ni se imaginan de lo que se están perdiendo!
Como sexóloga clínica es mi deber orientar a las personas para que pierdan sus prejuicios y estigmas de todo lo relativo a la sexualidad. Sin importar cuál sea tu identidad de género u orientación sexual, tienes derecho a disfrutar del sexo con plena libertad y con la mayor responsabilidad.
Desmitificando algunos aspectos del sexo anal
- El sexo anal duele: ¡falso! Si se siente dolor es porque algo falla, no se ha estimulado el área lo necesario y porque no hay suficiente excitación. Además, hay que tomar en cuenta que el ano no lubrica por sí solo por lo que es necesario emplear lubricantes para disfrutar de esta práctica.
- Una vez que lo prueban, tu pareja siempre querrá hacerlo: ¡falso! Muchas mujeres temen esto. Por eso es importante mantener una comunicación constante y sincera y dejar muy en claro las preferencias sexuales y lo que se desea hacer en cada encuentro.
- Es exclusivo de parejas homosexuales: ¡falso! Está más que comprobado que la estimulación anal puede ser muy satisfactoria sin importar cual sea tu género y tu orientación sexual. Está comprobado que la estimulación de la próstata a través de la pared rectal puede crear sensaciones muy placenteras, incluso mayores que las producidas por la manipulación del pene.
- Es más placentero para ellos que el sexo vaginal: ¡falso! Aunque la estrechez del conducto anal puede contribuir a que el hombre sienta mayor placer al haber mayor presión, no necesariamente es así. Simplemente son prácticas diferentes dentro de todo el universo que conforma la vida sexual.
- Las mujeres no lo disfrutan: ¡falso! Cada mujer es un mundo. Habrá algunas que les encanta, a otras que les guste menos y otras tantas que lo detesten. Lo importante es que ambas partes estén de acuerdo y se la pasen súper.
- Es sucio y peligroso: ¡falso! La higiene, por supuesto, es fundamental como en todo acto sexual. Con preparación, relajación, buena estimulación y utilizando lubricante no debería haber ningún problema.