Son muchos los que hablan  de sexo tántrico pero son muy pocos los que realmente saben practicarlo. ¿Fácil? ¿Difícil? Como todo en la vida, es cuestión de documentarse y practicar. ¿Por dónde comenzar? Su sexóloga les dará un pequeño adelanto para que se animen. Les aseguro que su vida sexual dará un giro de 180 grados.  

  • Relajación: siéntense frente a frente, respirando pausadamente y buscando la sincronización: cuando uno inhale, el otro exhalará. Pongan toda su atención en la respiración. Meditar en pareja es un preludio sensacional.
  • Disfruten de sus cuerpos acariciándose: el aceite y los bálsamos serán sus mejores aliados. Masajéense empleado la yema de sus dedos, recorran sus cuerpos con movimientos suaves y sumamente lentos. Tómense el tiempo de explorar cada centímetro de su piel, descansen y retomen. En el sexo tántrico no hay apuros.
  • Besos, muchos y suaves besos: ya sea recostados o sentados, mírense a los ojos y empiecen a besarse. Descubran nuevas formas y sensaciones con cada beso en todas las partes posibles apenas rozando. ¡No hay prisa!
  • Penetración: respiren lentamente, tomen sus descansos y eviten caer en la tentación de acelerarlo todo aunque estén muy excitados, cada beso, cara caricia y cada movimiento debe tomarse su tiempo. La primera penetración debe ser totalmente estática, el pene debe quedarse inmóvil dentro de la vagina mientras la pareja se disfruta de manera muy delicada y lenta. Penetrar, jugar y descansar. Los expertos en sexo tántrico afirman que este paso debe durar por lo menos 30 minutos. ¿Les parece complicado? ¡Hay que intentarlo!  
  • Eyaculación: la clave es aprender a controlar la eyaculación. El mismo hombre o la mujer pueden apretar con dos dedos la zona del perineo, entre el ano y el escroto, para ayudar a prolongarla lo más que se pueda.   
  • Clímax: el clímax no viene de la mano de la eyaculación, sino que se alcanza alrededor de dos, tres o hasta cuatro horas después de muchísimos besos y caricias tántricas. Es probable que estén agotados en algunas ocasiones, pero ese delicioso y sutil placer es capaz de no dejarlos dormir por las ganas de continuar. En este punto, con ambos en máxima excitación, podrán llegar al coito, sutil y muy despacio… Hasta llegar al orgasmo, repleto de una energía revitalizante y sanadora que se expandirá por todos sus cuerpos y no exclusivamente en sus genitales como en el sexo convencional.  

¿Han practicado sexo tántrico? ¿Qué tal ha sido su experiencia?