Con la llegada de la adolescencia las hormonas se alborotan y nuestros jóvenes empiezan a sentir un montón de cosas, tanto físicas como emocionales. Entonces, en algunas ocasiones muchos padres y representantes no saben cómo orientarlos de la manera correcta y pecan por negarles absolutamente todo, hasta llegar al punto de decirles que el sexo es algo malo. Como sexóloga clínica, como mujer y como madre puedo afirmar categóricamente que eso es una verdadera locura.

Lo peor de todo es que muchas escuelas, sobre todo las religiosas, toman al sexo como un tema tabú y su pésima educación sexual se enfoca en asustar a los jóvenes para evitar que tengan relaciones sexuales. Lo ideal es que todos los institutos tengan educación sexual en sus programas de estudio, donde se les enseñe a los alumnos cómo vivir una sexualidad plena, segura y responsable.

Es muy peligroso como a tan corta edad los adolescentes aprenden por sí solos todo lo que tiene que ver con sexo, ya sea experimentando o a través de la infinidad de páginas pornográficas que existen en Internet. Tanto las escuelas como los padres deben tomar cartas en el asunto y no dejar de su cuenta a los chicos en esta edad tan difícil. Pero, ¿Qué se les debería enseñar? Tu sexóloga en Tampa les dirá seis cosas que en todas las escuelas del mundo deberían tomar en cuenta en sus asignaturas:

  1. El sexo es divertido

¿Por qué mentirles? El sexo es delicioso y a todos nos encanta. Pero es un momento íntimo que no se debe compartir con todo el mundo y requiere madurez y precaución. Es terrible como muchos docentes mitifican y satanizan la práctica sexual y lo que hacen es confundir a los jóvenes. La realidad es que los orgasmos son satisfactorios y beneficiosos.

  1. Las emociones también cuentan

En el sexo no todo es físico, al contrario. Cuando tenemos un encuentro con alguien que nos gusta demasiado todo se traducirá en percibir un mayor número de sensaciones y emociones. También hay que enseñarles a ser selectivos porque no sólo pueden tener problemas graves con enfermedades de transmisión sexual sino que, aunque suene cursi, pueden romperles el corazón.

  1. Hablar sobre la comunidad LGBTIQ+

Aunque la sociedad se ha vuelto mucho más abierta, es importante que los padres y profesores incluyan información sobre las diferentes minorías sexuales. Existen jóvenes que requieren orientación y lo más seguro es que consigan sus respuestas en la casa y en la escuela.

  1. Los juguetes sexuales existen

Este tipo de juguetes se crearon para mejorar las experiencias y para conocer tu cuerpo. Es muy común que muchas chicas no sepan absolutamente nada de cómo experimentar placer y los sex toys son perfectos para ello. Además, son una alternativa para satisfacerse en lugar de andar buscando opciones con personas desconocidas.

  1. No es malo ser virgen

Es común que los adolescentes se jacten de sus experiencias sexuales al frente de sus amigos y eso crea una conducta que otros quieren repetir. Lo correcto es que los padres, representantes y maestros enseñen que no es malo esperar hasta que llegue una persona correcta con la que te sientas cómodo. Perder la virginidad no es una carrera, cada quien tiene su momento.

  1. Es terrible combinar el alcohol y el sexo

El alcohol es el peor amigo de las relaciones sexuales responsables y es un factor que contribuye a hacer cosas estúpidas como tener relaciones con desconocidos o sin protección. Hay que guiar a los adolescentes para que entiendan cómo, cuándo, dónde y con quién pueden tener intimidad… Es mejor prevenir que lamentar.

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